Descubre la Magia del Festival Petronio Álvarez
Una fiesta del Pacífico que se vive desde el vuelo
Tu próxima aventura empieza en el corazón del Huila
No todos los destinos se sienten como otro viaje más. Hay lugares que cambian el ritmo interno, que apagan el ruido sin necesidad de señal. Así es el Desierto de la Tatacoa: un silencio que no pesa, un calor que no abruma y un cielo que, de noche, te recuerda lo inmenso que es todo.
A solo una hora en avión desde Bogotá hasta Neiva, y un corto trayecto terrestre a Villavieja, llegar es más fácil de lo que parece. Y volver… bueno, eso puede esperar.
Reserva tu vuelo a Neiva con ClicAir
Vuela directo a la puerta del desierto
Para llegar al Desierto de la Tatacoa, el punto más práctico es Neiva, capital del Huila. Hay vuelos diarios desde Bogotá que duran menos de una hora. Desde el aeropuerto Benito Salas, puedes tomar un taxi o transporte privado hacia Villavieja, a solo 38 km.
Rutas aéreas recomendadas:
- Bogotá – Neiva / Tiempo de vuelo: 1 hora
- Medellín – Neiva / Vía conexión por Bogotá
- Cali – Neiva / Con escala rápida según temporada
Desde Villavieja, un mototaxi o tuk tuk te deja en el corazón del desierto en menos de 20 minutos.
Tatacoa: un desierto que no es desierto
La Tatacoa no tiene dunas. No hay camellos. Y tampoco es, técnicamente, un desierto. Es un bosque seco tropical transformado por siglos de viento, sol y silencio. Lo que sí tiene: paisajes que parecen de otro planeta, cañones rojizos, zonas grises, fósiles y uno de los cielos nocturnos más despejados del país.
Caminarlo es entender otra forma de belleza. No exuberante, sino desnuda.
Dos mundos en uno: zona roja y zona gris
El Cuzco: tierra roja, formaciones esculpidas por el tiempo, paredes que recuerdan al Gran Cañón en miniatura.
Los Hoyos: paisaje gris, lunar, más abierto y con una sorpresa en medio: una piscina natural donde puedes darte un baño.
Puedes recorrer ambas a pie, en bicicleta o con guía local. Si vas por libre, sigue los caminos marcados y llévate agua.
Dormir bajo las estrellas
Tatacoa es uno de los mejores lugares en Colombia para ver el cielo. Hay poco ruido, pero aún menos luz artificial. Y eso cambia todo.
¿Quieres vivirlo a fondo? Reserva una noche en un glamping dentro del desierto o quédate en Villavieja y sube en la tarde. El Observatorio Astronómico ofrece charlas nocturnas y telescopios. Pero a veces basta con recostarse y mirar hacia arriba.
Turismo en el Huila: más allá del desierto
El Huila no es solo Tatacoa. Aprovecha el viaje para descubrir:
- San Agustín y su parque arqueológico
- Rivera y sus termales escondidas
- Neiva y su gastronomía típica: asado huilense, bizcocho de achira, lechona
- Y si viajas en junio, no te pierdas el Festival del Bambuco
Cada rincón del Huila tiene su ritmo y su acento. Pero todos comparten algo: autenticidad.
Qué llevar: lo justo, lo esencial
- Ropa fresca y ligera
- Sombrero o gorra
- Bloqueador solar
- Gafas oscuras
- Linterna (si te quedas a dormir)
- Agua (mucha)
- Cámara o celular con buena batería: vas a querer registrar todo
Viaja ligero, porque lo que te vas a llevar no pesa: cielo, tierra y una calma que no se compra.
Un plan para desconectarte sin irte lejos
Tatacoa no te pide nada. No hay wifi, no hay notificaciones, no hay itinerarios. Solo el tiempo necesario para caminar, parar, mirar.
Este no es un destino para tachar de una lista. Es un lugar para habitarlo, aunque sea por un par de días. Para sentir el sol sin correr a esconderse. Para pensar sin interrupciones. Para no pensar también.
¿Te animas a hacer el viaje?
Busca vuelos a Neiva desde Bogotá aquí
